Allan Karlsson un anciano que se encuentra en una residencia, decide fugarse el día que cumple cien años y se le va a hacer una fiesta en la que acudirá hasta el alcalde y la prensa local.
No le gusta la idea, salta por la ventana a través de unos emparrados hasta el jardín con unas viejas zapatillas y se dirige a la estación de autobuses con la idea de coger uno a cualquier lugar, no ha sido nada fácil.
El destino quiere que un joven le pida que le cuide su gran maleta mientras entra al lavabo, el problema que viene antes el autobús que el joven sale del lavabo, sin pensárselo Allan se sube al autobús con la maleta.
A partir de aquí el desarrollo de la novela no tiene desperdicio, nos narra la vida de Allan Karlsson este peculiar anciano que cumple cien años, sus viajes, los personajes que conoce a Franco, Stalin, Churchill y hasta tres presidentes americanos ,también a Mao y su esposa.
Una novela con imaginación y frescura que te hacen pasar ratos muy divertidos.
Me lo he pasado muy bien, creo que deberíamos leer muchas novelas como esta para ser un poco más felices.
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