Nos encontramos en la calle Pascual y Genís, 18 en pleno centro de Valencia distrito 46002, hacía bastante tiempo que no había vuelto a éste restaurante a pesar de ser de mi total agrado.
Viernes por la noche cena con varios amigos y decido reservar previamente para no encontrarme la sorpresa en los inicios de las fiestas falleras de quedarme sin mesa, decisión acertado ya que nos encontramos con el local lleno a pesar de ser una noche fría y con lluvia.
Empezamos con unas cervezas, martinis y agua para dar luego paso a un rioja tinto Luis Cañas crianza por cierto estupendo.
El orden de los platos fue el siguiente: un surtido de ibéricos con jamón, chorizo, salchichón y lomo, boquerones fritos con pimientos de padrón, calabacines rellenos, corazones de alcachofas con langostinos, chipirones en su tinta y solomillo con huevos fritos y ajetes tiernos, postres calabaza asada, tocino de cielo, tarta capuchina y cafés.
Local moderno y amplio, buen servicio pero agobian un poco, parece que tengan ganas de que termines de cenar para irse ya que te retiran vasos, copas y botellas demasiado rápido.
Precios altos aunque la calidad es buena.
