miércoles, 22 de agosto de 2012

El Palacio de la Luna


Nuevamente es Paul Auster, quién retiene toda mi atención para leer este estupendo libro.
El joven Marco S. Fogg, se encuentra en su juventud, cuando llega el hombre a la luna, hijo de padre desconocido es criado por su madre hasta que muere y luego por su tío,  un músico mediocre de salas de fiestas y cabarets que con lo poco que gana lo ayuda y lo protege.
Cuando el tío muere, éste se encuentra perdido en la vida y deja los estudios una vez ha vendido los viejos libros que ha heredado de su tío que le permitían  estudiar en la universidad de Columbia.
Cuando se acaba el dinero llega hasta la indigencia más absoluta, viviendo en Central Park, sin dinero, sin casa, sin familia y sin ilusiones sufriendo alucinaciones que parecen llevarle a la locura, es entonces cuando su amigo Zimmer de la universidad y Kitty Wu, lo rescatan y se va a vivir a casa de su amigo.
Una vez recuperado, busca trabajo y encuentra su oportunidad para cuidar a un viejo paralitico excentrico Thomas Effing que le hace escribir sus memorias para enviárselas al hijo que nunca llego a conocer.
Fogg, se hace con el aprecio del viejo  que le va contando toda la verdad de su vida así como su cambio de nombre pasando de ser  Julian Barber, un aristócrata pintor conocido, que un día hizo las maletas dejando atrás a su mujer y su vida para conocer y reflejar en sus pinturas el desconocido Oeste americano hasta el actual Effing.
Años más tarde se entera de la existencia de Solomon el hijo que nunca conoció y al que quiere dejar sus memorias y su herencia, pues ya le queda poca vida.
La vida de Fogg, se va estabilizando en compañía de Kitty y con el trabajo de cuidador, parece que tiene una nueva vida ante él.
El destino hará que pueda descubrir casualmente al padre que nunca conoció y que tantas veces añoro pero la vida con Kitty dará un vuelco inesperado.
Como siempre Paul Auster no defrauda.