Ubicado en la calle Ciscar, nº 15 de Valencia, nos encontramos esta cervecería-sidrería, lastima que el local no es muy grande y hay pocas mesas, pero vale la pena entrar a picotear.
Viernes por la noche y a tope de gente para poder coger una mesa y empezar a saborear las picaditas.
Cuatro personas que empezamos con unas cervezas en la barra con unos cacaos haciendo tiempo y a la espera de conseguir mesa, por fin una vez logrado lo difícil pedimos una tabla de quesos asturianos, pimientos de padrón, foi de las Landas, puerros rellenos con jamón y tabla punto G ( entrecot con ajos tiernos ), postres: tarta de Santiago y Strudel, todo acompañado de vino Cune y agua, cafés y cortados.
El personal , gente joven que sabe moverse y no le da pereza ir y venir por un intríngulis de mesas y taburetes que van haciendo casi malabares para poder atender las mesas.
Calidad buena y precio muy aceptable.
Volveremos.
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