lunes, 20 de enero de 2014

De sorpresa en sorpresa

Hace un par de días hicieron un reportaje en la televisión, no puedo precisar si en la pública o en la privada y nos enseñaban a curas especializados en exorcismos. En el siglo XXI, en pleno siglo XXI.
Estos curas a través de sus "exorcismos" dicen que sacan al demonio del cuerpo humano y que todos los días exorcizaban "por la mañana y por la tarde" ósea a jornada completa.
Los mismos que practican estas artes, nos dicen que el aborto es el peor de los crímenes, pues abortar es matar el feto, es asesinar a los niños. Es mejor que nazcan y que se mueran solos de hambre, sed, guerras, plagas o enfermedades como estamos viendo cada día en un  montón de países subdesarrollados, en los que los mismos que atacan el aborto y prohíben el preservativo, luego miran hacia otro lado. Por supuesto las mujeres sin derecho a decidir sobre su propio cuerpo.
¿ Por qué no dicen que es un crimen la pederastia ? siendo este colectivo tan proclive a la misma, y con tantas víctimas en todo el mundo.
Ahora vemos declaraciones del nuevo cardenal que ha nombrado el Papa  Francisco en España manifestando que la homosexualidad es una enfermedad que se corrige, ¿quien esta enfermo Francisco Sebastián Aguilar ? Cómo se atreven a hablar en estos términos, personas que viven en las cavernas más profundas y oscuras del universo.
Quizás no recuerdan su propia historia.


Que paciencia...

2 comentarios:

Unknown dijo...

Horrible es mas que tenga repercusión informativa, cuando la única solución de acabar con estas sociedades es abandonarlas en el olvido, en sus despachos caobas carcomidos por el progreso. Mucho va a costar en este país de corrupción e intereses acabar con esa lacra inquisitoria que ha dejado de compensar con su presencia toda su labor "humanitaria"... a lo mejor son ellos los que han enfermado y necesitan un tratamiento de realidad. Siempre disfrutando de tus opiniones, un abrazo!

Unknown dijo...

Gracias por prestar atención a mis escritos que no son más que arrebatos de rabia e impotencia ante ciertos colectivos de este país.