martes, 17 de agosto de 2010

Caín

Como bien dijo en el momento de salir el libro a la calle la presidenta de la Fundación Saramago, Pilar del Río esposa y traductora de José Saramago, a los seguidores del Nobel, que este Caín no les dejará indiferentes.
Efectivamente vemos la relación del autor con la religión una vez más donde no se ha mordido la lengua, después del libro escrito hace más de veinte años el Evangelio según Jesucristo, por el que fue vetado en Portugal, nos regala ahora Caín.
Saramago ateo confeso nos narra parte de la Biblia en Antiguo Testamento haciendo referencia más a Jehová dios de los judíos que al Dios cristiano.
Caín, un personaje del que conocemos únicamente por haber dado muerte a su hermano Abel al rechazar el Creador las ofrendas ofrecidas por éste y aceptar la de su hermano Abel, provoca la ira de Caín y el asesinato de su hermano, por lo que es marcado en la frente y castigado a errar por mundo.
En su larga trayectoria por ciudades perdidas, palacios llenos de tiranos y guerras sin sentido vemos como Caín responsabiliza a Dios de su conducta, castiga Adan y Eva echándolos del Paraíso por comer del árbol prohibido, destruye Sodoma y Gomorra con la muerte de todos sus habitantes, el asalto a Jericó por las tropas judías mandadas por Josúe derrumbando sus murallas , el Arca de Noé con la aniquilación de la toda la humanidad , y lo ve como un creador vengativo, cruel, irónico con mucha vanidad con el que entabla casi un desafío, haciéndole responsable de todos los males de la humanidad.

"Dios, el demonio, el bien, el mal, todo eso está en nuestra cabeza, no en el cielo o en el infierno, que también inventamos. No nos damos cuenta de que, habiendo inventado a Dios, inmediata mente nos esclavizamos a él", afirmaba Saramago.

Te echaremos en falta SARAMAGO, pero disfrutaremos de tu obra.